El domingo 28 de marzo el colectivo IrIr realizó una de las rutas más esperadas en su calendario. La subida al castillo de Marvao ( Portugal) siguiendo algunos tramos de la antigua calzada medieval.
La marcha comenzó en la localidad portuguesa de Portagem
Tomando dirección a Castelo da Vide hicimos un tramo de carretera que sirvió para calentar piernas y concienciarnos de lo que nos esperaba.
La primera sorpresa, agradable esta vez, la tuvimos con la visita a una antigua cantera de cal en la que pudimos disfrutar de unos curiosos hornos.
La siguiente sorpresa no sería tan agradable. Una fuerte subida que haría las delicias de Loiro, Bonito´s broders, Gordillo, Candela y compañía.
Merecido descanso tuvimos, pues la rampita se las traía. A partir de ese punto seguimos parte de una calzada con hermosos rincones y refrescantes fuentes.
Nunca viene mal que baje un poquito el desnivel y más cuando queda mucho por recorrer. De esta manera se disfuta de los paisajes sin tanto jadeo.
Seguimos un tramo de la carretera de Santo Antonio das Areias hasta llegar al cementerio de Marvao ( no sacar falsas conclusiones que todavía no íbamos tan mal)
Tras esta parada nos enfrentamos a la que sería la última subida. buena parte de ella transcurre por la calzada medieval de Marvao hasta el crucero de entrada a la muralla.
La última paradita y la última subidita. El comentario de todos los compañeros era el mismo: ¡Que bien ideado el lugar de ubicación del castillo! Hasta aquí no había enemigo que se atreviera a subir. Y si lo había las risas de los defensores se tenían que oir en las Azores.
Ya en Marvao hicimos un poco de turismo, más que nada para recuperar el resuello. Paseamos por la muralla, visitamos la Iglesia de la Misericordia y disfrutamos de las Panorámicas.
Llegó el momento de regresar. Deajamos atrás el castillo e iniciamos la bajada.
Ya estamos en La Portagem de nuevo y hay momentos par echar unas risas .
Las señoras deben ser comprensivas y pensar que a estos muchachos todavía les falta mucha experiencia. No les pongan a la faena nada más llegar a casa.
Y cuando son las 11:50 hora portuguesa ( 12:50 españolas), llegamos al punto de inicio de esta gratificante aventura que, si bien requiere doblar un poco la espalda, esto está más que justificado por todo lo vivido.
Nuestro agradecimiento a Paco por su magnífico y bien nutrido reportaje y a nuestro vecino Garraio por mostrarnos una ruta nueva para subir a Marvao.
Recuerdos a los amigos de Rutas por Valencia de Alcántara, José Ramón y a Juan de ACASANVI. Gracias por compartir con nosotros esta experiencia.