Marcha familiar a las Tumbas Antropomorfas del Valle de San Benito







El domingo 08 de agosto el Colectivo IrIr y, dentro de las actividades incluidas en el Programa de las Ferias y Fiestas de 2010, realizó una ruta corta con la intención de, además de dar un agradable paseo, visitar la Necrópli del Valle de San Benito entre las carreteras de San Pedro de los Majarretes y la Fontañera.


Salida: Desde el dolmen del Parque de España

Hora de salida: 08 de la mañana

Recorrido: 12 kms aprox.

Duración: Tres hora y media aprox.

Dificultad: Baja

La gente se debe haber ido a pasar las vacaciones a la playa. pues últimamente es poca la que participa en estas actividades. Pero en fin, cada uno elige la forma en que pasa su tiempo libre. Nosotros hemos elegido esta y seguimos disfrutando de ello.

La ruta se ha diseñado con la intención de que la pudiera realizar cualquier tipo de aficionado al senderismo, incluso niños. Se trata de una marcha asequible que tiene como objetivo dar a conocer uno de los elementos arqueológicos más caractrísticos de la zona, junto a los dólmenes, y sin embargo, uno de los menos visitados; las necrópolis de Tumbas Antropomorfas.

La mitad de la ruta transcurre por la Calleja de la Barca de todos conocida por su dolmen y por pertenecer al trazado de "Los Caminos del Agua" ruta diseñada por el Colectivo IrIr













Una vez llegados al final de este camino cruzamos la Carretera de San Pedro y cogemos la calleja que sale justo enfrente para encaminarnos hacia la Carretera de la Fontañera.
En este camino encontramos una bonita y práctica construcción de madera



Como se puede comprobar, nada tiene que ver con otras construcciones, que cada vez más, se encuentran por nuestros caminos y que, siempre bajo nuestra humilde opinión; seguramente habrá otros más entendidos a los que les parezcan ejemplos de academicismo arquitectónico, desentonan enormemente con el paisaje

Una vez en la Carretera de la fontañera caminamos unos 50 mts en dirección a Valencia de Alcantara para tomar la calleja que sale a nuestra Izquierda y que en su comienzo y dentro de una finca cobija las ruinas de lo que conocemos por Ermita de San Benito. Se cree que son los restos de una ermita visigótica y que cuenta en su entorno con alguna tumba antropomorfa.





Seguimos esta calleja hasta encontrarnos con la sorpresa de siempre, está cortada por un palo. A esta altura y del lado izquierdo del camino encontramos unas caravanas donde vive una familia inglesa. Saltmos el palo pero, llega un momento en que la calleja se hace intransitable por la maleza. Por lo que no nos queda más remedio que entrar en la finca de nuestra derecha, seguimos teniendo siempre la pared de la calleja a nuestra izquierda.











Pasamos una charca, abrevadero para animales y nos encontramos una cancilla o similar que se puede pasar por su lado derecho.



Esta cancilla nos deja de nuevo en el camino del comienzo, pero otra vez las zarzas nos obligan a saltar una pared justo al lado de la necrópoli.



No es la primera vez que desde este blog denunciamos esta lastimosa forma de aislar las fincas de cada uno, o simplemente de proporcionarse pasos más fáciles para el ganado. Nada diríamos si estos usos no fueran en perjuicio de otros que, lícitamente y con la única intención de dar un agradable paseo o disfrutar de elementos del entorno como las citadas tumbas tratan de acceder a parajes que de esta manera le están totalmente vedados.





Como es lógico tuvimos que volver a saltar una pared para encontrarnos con la Necrópoli de San Benito. Uno de los enclaves arqueológicos más interesantes con los que cuenta nuestra comarca. Ya sabemos que no están datados sus restos y que los técnicos, que entienden, no le dan demasiada importancia. Pero nosotros consideramos que un yacimiento de estas características, debería tener un acceso más fácil ( tenemos el caso del dolmen del Mellizo en la Aceña de la Borrega) para poder ser visitado y de esa manera llamar la atención de las autoridades locales para que se pudiera reflexionar con algo más de base sobre el pasado de nuestra localidad.

Nos encontramos con lo que podríamos llamar yacimiento funerario con 6 tumbas excavadas en roca y lo que sería un molino o lagareta con varios de su elementos: rueda de moler, contrapeso, receptáculo y elementos de sujeción.



Muchos han sido los estudios que se han realizado sobre los sepulcros excavados en rocas, con diversidad de opiniones respecto a su origen y finalidad.
Algunos autores, como Simões Rodrigues Ferreira y Santos Rocha, consideran que este tipo de vestigios tienen un origen romano, mientras que otros defienden una cronología protohistórica, como es el caso de Amorim Girão y Alberto Correia. António Cruz, en la década de los 40, y Ferreira de Almeida, en los años 70, atribuían ya un origen medieval a las mismos, e incluso António Cruz llegó a defender su utilización hasta el Siglo XV.En el XI Congreso Nacional de Arqueología, realizado en Mérida en el año 1968, Alberto del Castillo relacionó las sepulturas con la Reconquista y los posteriores repoblamientos. Para él habría una evolución tipológica, siendo las sepulturas más antiguas las no antropomorfas, las cuales tendrían su origen en el Siglo VII, mientras que las antropomorfas serían típicas del período de la Reconquista.




En lo que a las características tipológicas, se refiere, tales como los rebordes elevados, contornos para los pies y/o la cabeza, ausencia de contornos, profundidad, etc.; serían indicadores bien de una cronología más tardía, o bien podrían estar relacionadas con el estatus socio-económico del inhumado (Tente y Martins, 1994, p. 286 y Ariès, 1988).
Las diferentes fases de construcción en que se han encontrado algunas de estas sepulturas, han permitido identificar las diferentes etapas empleadas en su construcción.
En una primera fase el proceso se iniciaría con la elección del lugar de implantación, así como de una roca de granito apropiada al caso, en cuya elección, y por razones obvias, no solamente era necesario tener en cuenta las dimensiones del difunto, sino que permitiese, además, orientar la sepultura de forma que la cabeza quedase orientada hacia el Oriente, lugar por el que aparecería Díos el "día del juicio final", según los cánones cristianos de la época.( Esta última teoría se está poniendo en duda con el descubrimiento de otras tumbas cuyas cabeceras "no están orientadas al Levante"
En una segunda fase se procedería a marcar en la roca el contorno de la sepultura para, seguidamente, realizar el excavado correspondiente con la profundidad deseada, así como el alisado de las superficies internas del habitáculo. Las últimas teorías parecen indicar que este tipo de enterramiento se ha utilizado durante centenares de años por diversas culturas, lo que aparece avalado por los diferentes grados de erosión que aparecen sobre tumbas situadas en una misma roca





















Y llega el momento del regreso. En un principio tomamos el mismo camino que nos condujo a la Necrópoli, pero una vez en la carretera de la Fontañera caminamos otro trecho en dirección a Valencia de Alcántara y entramos en el camino de tierra que conduce al Cortiñal. Dentro de este camino tomamos un sendero que sale a la derecha en su inicio. Siguiendo este camino llegaremos a una cancilla de madera y a su izquierda tomamos otra calleja que nos llevó a la zona de La Pancha











Aquí comienza de nuevo la aventura. Una vez más nos encontramos con el camino cortado por las escobas y las zarzas y tenemos que entrar de nuevo en una finca.




















Salimos de la finca, de nuevo saltando la pared, y tomamos la calleja a la derecha que nos llevó a la entrada de la finca La Capellana, desde ahí salimos al camino de la Fontiña y a casa a descansar.


Aprovechamos la ocasión para pedir disculpas a los propietarios de las fincas que tuvimos en cierta medida que allanar, siempre sin ánimo de perjudicar a nadie y con la única intención de llegar a nuestro destino.
Quizá esto se evitaría si las autoridades competentes tomaran cartas en el asunto y llevaran a cabo las acciones pertinentes para mantener las callejas limpias (en este caso la de San Benito y la de La Pancha) y negociaran algún tipo de acuerdo con el propietario de la finca en la que se encuentra la Necrópoli (Ya hemos citado el caso del cerramiento del dolmen del Mellizo).
Saludos a Andrés,Paula, Cheli y Pilar y gracias como siempre a nuestro compañero de fatigas Paco Fernández