Una vez más, el colectivo IrIr pasa la frontera con el país vecino para recorrer sus caminos.
Realizamos una ruta corta organizada por el Concejo de Marbao. La marcha tiene estructura circular, es decir, la salida y la llegada estaban en el mismo lugar de Os Galegos, pequeña localidad portuguesa a pocos kms de la frontera luso-española y a la derecha de la carretera. El inicio de la actividad fue a las 9:00 h. portuguesas, 10:00 h españolas. Y hay que reconocer que todo resultó agradable y sobre todo original, pues tuvimos hasta escenificaciones de lo que era una persecución entre guardiñas y contrabandistas. Ya lo veremos más adelante.
Dos rampas de poca dificultad nos acercarían en primer lugar a la pedanía de La Fontañera en teritorio español.
Hay que ir haciendo afición. Seguramente el padre tenga más recuerdos de esta ruta que el hijo.
Ya en La Fontañera se nos ofreció una explicación sobre la dura vida de los contrabandistas y un pequeño montaje de cómo se las tenían que ver con la policía de fronteras.
Después de un pequeño refrigerio a base de agua y fruta, iniciamos de nuevo la ruta , cogiendo la calleja que sale a la derecha del camino de entrada a La Fontañera desde Os Galegos.
Este camino nos conduciría a la, ya conocida por este colectivo, localidad portuguesa de A Pitaranha, por la que pasamos sin detenernos para rodearla por los caminos colindantes a la raya fronteriza, enmarcados por la Fuente Oscura y el Planterío en la parte española.
Tras atravesar un bosque de alcornoques volvimos al camino que baja a A Pitaranha desde el Planterío en la parte española. Allí tuvimos el segundo avituallamiento y un ratito de descanso y de charla con las buenas gentes de este pueblo.
Y de nuevo a Os Galegos. Por el mismo camino que empezamos, pero esta vez bajando, regresamos al inicio de esta romántica ruta del Contrabando que nos transportó a otras épocas; sin necesidad de sufrir lo que aquellas gentes tuvieron que sufrir, por lo que desde aquí les ofrecemos nuestro respeto y reconocimiento
Por último, mandar un saludo a todos los paisanos que participaron en esta marcha, así como a todos los compañeros de camino portugueses que comparten esta afición, y que a la vista está, son numerosos. Un cordial saludo a Juan que tan pacientemente nos sirvió de guía y nuestro eterno agradecimiento a Paco Fernández por sus fotos.
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