Descripción de la ruta.
Recorrido:12 Kms aprox
Dificultad: Media
Duración:3 horas aprox
Participantes: 17 personas
El colectivo IrIr cerró la temporada 2009 con una marcha al pueblo portugués de Sao Juliao.
La marcha se realizó el día 20 de diciembre de 2009 con salida desde el caserío de El Pino.Desde allí tomamos camino a la sierra hasta llegar a las casas de La Duda donde un pequeño arroyo hace las veces de frontera natural con Portugal.
Desde este punto comenzó una subida que entre el frío y lo pronunciado del desnivel hizo que el comienzo de la marcha tuviera su aquel.
La llegada a la cumbre del cerro se festejó como es debido; cogiendo mucho aire, y ahora empezaríamos la bajada a Sao Juliao. Pero pronto recordamos la típica frase del senderista: "todo lo que se baja luego hay que subirlo".
Hay que reconocer que bien merece el esfuerzo de la subida y el frío si la recompensa es contemplar estos paisajes.
Ya en la base del cerro seguimos la pista hacia la derecha, hasta llegar a un pequeño pueblo llamado Barrados.
El estado en que se encuentran estas olivitas da pistas sobre la que estaba cayendo ese 20 de diciembre.
Siempre bajando, llegamos a la carretera de La Rabasa portuguesa que siguiéndola a la izquierda nos llevaría a Sao Juliao.
Sao Juliao es un bonito pueblo del Alentejo cercano a Porto da Espada, que está dividido en varios caseríos. Nosotros llegamos a lo que podríamos llamar el centro administrativo, donde se encuentran la mayor parte de los servicios de la localidad; iglesia, centro de salud, ayuntamiento, etc.
Tras un rato de descanso y de refrigerio, si bien no pudimos degustar los famosos quesos acompañados de una estupenda Sagres y, cómo no, sus inigualables papos. Emprendimos el camino de regreso. Ahora empezaba la fiesta. Todo subida y de la buena.
Y tras alguna que otra pájara, la pérdida de una bota, la adopción de un perrito callejero rayano, y la nostalgia del sabor del quesito portugués, comenzamos a bajar de nuevo, pero esta vez para llegar al punto de partida de esta gélida ruta.
Y como no podía ser menos, para dar fin a una campaña de rutas estupenda, un buen cocido en casa de nuestro amigo Luis en la Aceña de la Borrega.
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